JUAN MARÍA SEGURA

La calidad de la educación latinoamericana, bajo la lupa de las pruebas internacionales

Por Daniela Blanco


Cierta desolación emerge cuando se analiza el escenario de la educación en América Latina al desagregar los logros y asignaturas pendientes que deja planteado los primeros quince años del nuevo siglo.

En la esfera de la educación, el cambio de siglo propuso para la mayoría de los países de la región -sobre todo para las naciones de Sudamérica - dos instrumentos que llegaron para quedarse. Por un lado, el ingreso de las nuevas tecnologías como punta de lanza de la accesibilidad al conocimiento; y por el otro, la participación sostenida desde el año 2000 hasta hoy, en las evaluaciones internacionales que proponen un registro estandarizado para medir la calidad educativa; permite el análisis comparativo con los países de la región y marcan el gap con las naciones más desarrolladas.

PISA, UNESCO, el impacto de las evaluaciones

Existen dos modelos de pruebas internacionales que cuentan con la participación mayoritaria de los países de la región desde el año 2000 hasta hoy -con intermitencias de la minoría- que tienen impacto concreto para medir el estatus de la calidad educativa e impactan luego en la "sintonía fina" de las decisiones sobre políticas de educación regionales.

El primer modelo son las pruebas globales del Programa Internacional de Evaluación de estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) impulsadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que mide alumnos de 15 años en el ciclo secundario en Lengua, Matemáticas y Ciencias. Se toman cada tres y se publican cada cuatro.

Y el segundo modelo, lo integran el grupo de tres pruebas regionales: Primer, Segundo y Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo, PERCE (1997), SERCE (2006) y TERCE (2014) respectivamente, administradas por la oficina regional de Educación de la UNESCO que miden alumnos de primaria - tercer y sexto grado- en Lectura, Matemáticas y Ciencias; cada seis años.

Si se suman ambos modelos de evaluaciones -PISA y UNESCO- allí participaron 15 países de la región, incluyendo Argentina, Brasil, Chile, Colombia,Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua Panamá Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

La primera noticia que se desprende de la "foto" general sobre el estatus de la educación de la región es que países que estaban atrasados repuntaron notablemente, como Chile y Perú. Y Argentina que siempre logró buenas calificaciones se estancó y en algunas asignaturas, retrocedió, al igual que Uruguay.


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