JUAN MARÍA SEGURA

Por lo menos, así lo veo yo

Por Juan María Segura


Consultado sobre los temas mas relevantes de la agenda educativa argentina para este año que comienza, no encontré dificultades en elaborar la reflexión que aquí les comparto. 

El primer tema, sin dudas, está vinculado a la universidad. En 2018 se cumplen 100 años de una reforma que, partiendo de Córdoba, bañó e influenció el diseño de las universidades en toda la región. Esa influencia duró 1 siglo, y ahora llega el momento de pensar nuevos diseños para un mundo diferente. El ministro Finocchiaro se siente más cerca de la educación superior que del resto de los ciclos educativos, a pesar de la cual no se le conocen proyectos o propuestas innovadoras. En junio próximo está proyectada la celebración del IV Congreso de Educación y Desarrollo Económico, que hará especial énfasis en el vínculo universidad-trabajo, así que personalmente insistiré mucho con este tema a lo largo del año. Hay muchos casos innovadores en el mundo que merecen ser conocidos, comprendidos y utilizados como referencia.

Otro tema crítico, a mi juicio, será el comienzo en fecha del ciclo escolar. Hay conciencia en la opinión pública de que tenemos un ciclo escolar corto (720 horas/año) en comparación con países vecinos (Chile 1.083, Perú 900, Brasil 800). Además, todos guardamos el feo recuerdo de los problemas que tuvo el inicio del ciclo escolar del año pasado, inclusive con provincias que no comenzaron las clases hasta los meses de invierno. Con autoridades nuevas en varios sillones educativos relevantes (Nación, Provincia de Buenos Aires), el inicio del ciclo escoltar será tanto un test de gobernabilidad como una demostración de madurez y civismo. Imagino mucho conflicto y tensión entre los meses de marzo y abril. Cuanto más conflicto se genere en este frente, menos espacio político quedará para discutir luego reformas curriculares o innovaciones.

Creo, sin dudarlo, que la gestión de Sanchez Zinny en la Provincia de Buenos Aires será el tema central de la agenda educativa durante el año. Si bien es un ministro nuevo y sin mucha experiencia en la administración pública escolar (inició con Cambiemos en INET en diciembre de 2015, y luego tuvo un breve paso por el SAME provincial), tiene una agenda muy enfocada en lograr racionalidad administrativa en su jurisdicción, y en potenciar los aprendizajes, en particular en 2 grupos de escuelas que están siendo especialmente monitoreadas (totalizan unas 1,700). La Provincia posee unas 17 mil escuelas, y concentra el 38% de padrón total de alumnos escolares del país, así que lo que aquí pase gravita en todos los indicadores nacionales. La gestión de Zinny, muy cercano a la gobernadora Vidal, enfrentará con coraje y decisión, por ejemplo, no seguir financiando las 1.000 escuelas con menos de 10 alumnos, y no permitir la tarea docente a quienes no hayan completado los estudios y la formación respectiva. Sin dudas, a mi juicio, es el tema más estratégico a monitorear durante 2018. Si cumple con su propósito de reformar y racionalizar admnistrativamente, y de mejorar marginalmente los aprendizajes, habilitará cambios en otras jurisdicciones que tengan capital político similar al que posee Vidal con su electorado.

Otro tema estratégico a tener en cuenta será conocer la agenda (política y pedagógica) del nuevo ministro Finocchiaro, de la que se conoce poco aún. Uno podía estar de acuerdo o en desacuerdo con el ministro anterior, pero se sabía lo que quería, y era consistente: declaración de Purmamarca (feb/2016), plan estratégico nacional (ago/2016), compromiso por la educación (sep/2016), operativo aprender (nov/2016), escuelas del futuro (dic/2016), plan maestro (mar/2017), operativo enseñar (oct/2017), nueva secundaria (dic/2017). En el Palacio Sarmiento cambió el ministro, cambió el equipo del ministro y, probablemente, también cambie la agenda. Es clave conocer los ejes y el pensamiento del nuevo funcionario, y saber si debemos seguir prestando atención a iniciativas como, por ejemplo, el plan maestro, que tanto espacio y atención ocupara en la cabeza de la administración anterior.

Con respecto a la reforma de la escuela secundaria, teniendo en cuenta la forma en la cual están pensando implementarla (en CABA, por ejemplo, solo en un puñado de escuelas y exclusivamente en el primer año durante 2018), creo que será más un tema de discurso, que una verdadera transformación. Debemos estar atentos para juzgar duramente a quienes manipulen este tema, y tenemos que poner especial atención a la letra de las resoluciones y leyes que se aprueben en las legislaturas y el Consejo Federal de Educación. No veo mucha originalidad en lo que hasta ahora se ha circulado escrito, y tampoco percibo mucha audacia para mover las "bases" del sistema, razón por la cual creo que la política "usará" el tema, pero no impulsará verdaderas transformaciones.

Es una síntesis apretada, que, como diría el fallecido Guillermo Nimo, no es más que mi mirada del asunto. Por lo menos, así lo veo yo.