JUAN MARÍA SEGURA

La brecha de género en educación es un arma de doble filo

Por Eduardo Porter - The New York Times


¿Por qué las niñas con mejor educación obtienen peores resultados en matemáticas que los niños mejor educados?

La inquietud en torno a este déficit se manifestó en la conciencia pública hace 35 años, cuando investigadores del departamento de psicología de la Universidad Johns Hopkins publicaron un artículo que sugería que la brecha podría ser causada por una “capacidad matemática masculina superior”.

El debate que originó fue frenético. Fue tan candente que un cuarto de siglo después, una polémica similar contribuyó a la destitución de Lawrence Summers de su puesto como presidente de Harvard.

¿Había algo “natural” en la diferencia en el desempeño? ¿O era producto del sesgo de género que se abría camino en las escuelas? Conforme el debate se encendía, poner fin a la sub-representación de la mujer en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas se volvió una prioridad estratégica crítica.

En medio del escándalo en torno de las capacidades matemáticas de las mujeres mejor educadas, se olvidó algo importante: ¿Qué estaba sucediendo que tantos niños estaban quedándose atrás en casi todo lo demás?

Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos -un grupo de análisis colectivo de las naciones industrializadas del mundo- publicó un informe sobre la desigualdad de género en la educación, con base en la edición más reciente de sus exámenes estandarizados PISA respondidos por jóvenes de 15 años en todo mundo.


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