JUAN MARÍA SEGURA

Accelium hace pié en Argentina

Por Juan María Segura


Los testimonios son poderosos. Incipientes, pero poderosos. Los alumnos no solo desean pasar parte del tiempo del recreo en el aula, sino que también piden a sus padres que no programen turnos en el médico u otras actividades que se superpongan con el horario de clase en el que se dicta la sesión semanal de Accelium. Y cuando los alumnos modifican actitudes de esta manera, ¡algo está pasando!

Es que Accelium, una metodología activa de aprendizaje mediado basada en el juego, produce en los alumnos cambios de conducta muy notables en poco tiempo. Nos lo había asegurado su fundador, un ex ajedrecista israelí que visitó Argentina durante 2018, basado en la experiencia de más de 24 años implementando y depurando la metodología en decenas de país y con millones de niños y niñas. Pero ahora lo podemos comprobar en las aulas de las escuelas pioneras de nuestro país.

Bede’s Grammar School, una escuela bilingüe de Provincia de Buenos Aires fundada en 1978, fue la primera en animarse en Argentina con la metodología, así que lleva la delantera con los testimonios y las comprobaciones. Siguiendo el consejo del fundador de la metodología, inicialmente incorporaron Accelium en esta escuela solo en seis cursos de cuarto a sexto año de la escuela primaria, alcanzando a un universo total de 150 alumnos. Para ello, trabajaron con 5 docentes, dictando la clase en español a los alumnos de cuarto, y en inglés a los de quinto y sexto. Los docentes recibieron una capacitación inicial breve y efectiva, contaron con la asistencia en aula de una facilitadora tecnológica y pedagógica, quien transversalmente veló por la consistencia del programa, y regularmente recibieron la visita de observadores externos.

Para el dictado de Accelium, la escuela habilitó un espacio nuevo de aprendizaje, con luminosos ventanales con vista hacia un amplio parque verde, con espejos que aportan profundidad y movimiento permanente, con tecnologías de aula apropiadas (pantalla, proyector, internet, tablets) y con un diseño y una disposición de mesas y sillas diferenciada del resto de las aulas. Si, como se afirma en teoría del aprendizaje, este es contextual, entonces Bede’s debía ofrecer un entorno de aprendizaje diferenciado del resto para que alumnos y docentes no se sintiesen restringidos o condicionados a la hora de la clase de Accelium. Debían ingresar a un salón con nuevas oportunidades de aprendizaje. Y así ocurría. Ver ingresar a los alumnos a este nuevo espacio, que fue bautizado como Mind & Body Lab, era como verlos ingresar a una fiesta de cumpleaños. Alegres, ansiosos, curiosos, activos, ruidosos. ¡Niños y niñas predispuestos a aprender jugando!

El ‘experimento’ comenzó en agosto de 2018, y los emergentes ya se pueden compartir. Y son, como mencionamos al inicio, auspiciosos. Alumnos y docentes revitalizados, animados con el desafío que supone una metodología novedosa en donde se aprende jugando, en donde la tarea de mediación del docente se resignifica y llena de sentido y autoridad.

‘Varios alumnos me preguntaron si esta materia tenía una nota de calificación, como si esto condicionara su desempeño’, nos compartió Carol, docente facilitadora responsable de asistir transversalmente a todos los cursos de Bede´s en donde comenzó a dictarse Accelium. ‘Cuando les contestamos que no, tuve la sensación de que los chicos se aliviaban’. Y continúa. ‘En vez de ir al recreo, los chicos pedían permiso para sentarse en el aula a esperar que la clase empezara. Una maestra vio esto y quiso venir a conocer Accelium para entender qué era lo que los motivaba’.

Una situación que llamó especialmente la atención a todos los docentes fue que aquellos alumnos con mejor calificación en las materias obligatorias no disfrutaban tanto la clase como el resto. El esfuerzo que suponía para ellos aprender nuevas dinámicas y consignas con un abordaje multidisciplinario les resultaba más trabajoso y desafiante que estudiar de un texto en formato de silo disciplinar, y les generaba una pequeña predisposición inicial negativa hacia la metodología, aun tratándose de juegos con soporte tecnológico. Esta situación se corrigió al cabo de las primeras clases, pero despertó la atención de los docentes. Cuando se afirma que Accelium, en el tiempo, fortalece la capacidad de comprensión holística de los problemas, a esto se refiere.

Por otro lado, también resultó una sorpresa verificar que a través de esta metodología sobresalían niños y niñas que en el aula convencional generalmente no realizan una participación activa. ‘Hay una clase que me quedó grabada’, cuenta Carol. ‘Hacía poco que un alumno había entrado al colegio. Muy tímido, no hablaba, no participaba. En la sesión en curso estábamos resolviendo un acertijo entre todos, y este alumno levantó la mano, pasó al frente y explicó lo que había pensado’. Según la maestra, este alumno nunca antes había hablado de esta manera, nunca se había expuesto así frente a sus pares. Cuando se afirma que Accelium, en el tiempo, fortalece emocionalmente a los alumnos, a esto se refiere. 

Por supuesto que aún es prematura la implementación de Accelium en Bede’s y en Argentina, para afirmar progresos en los aprendizajes de los alumnos, pero solo es cuestión de tiempo. En una de las sedes de Patronato de la Infancia también comenzó la implementación de Accelium hacia finales del año pasado, y en el inicio del año escolar de 2019 comenzará la capacitación inicial de otro grupo de escuelas, de gestión privada y estatal, que se sumarán al grupo de escuelas pioneras. Sin embargo, los docentes de Bede’s han reconocido que ciertas herramientas que se presentaron a lo largo de este breve período de implementación, ya los chicos las estaban llevando a su aula ‘convencional’, al análisis de sus materias core. Por ejemplo, las herramientas de toma de decisiones.

En una Argentina tribulada por el funcionamiento de su sistema educativo, con resultados agregados de aprendizaje que duelen y preocupan, la metodología de Accelium (metodología activa de aprendizaje mediado basada en el juego) aparece como un recursos pedagógico conveniente y probado, y el caso de Bede´s, y en forma más incipiente de Patronato de la Infancia, como sus validaciones empíricas más palpables y próximas.

Cuando se menciona que Accelium funciona en dos tercios de los escuelas de Israel, se responde que Argentina no tiene nada que ver con Israel. Buen punto. Cuando se dice que casi 2 millones de alumnos de escuelas de gestión privada y estatal de Brasil ya se benefician de esta metodología, se contraargumenta de la misma manera. ¿Y qué dirán cuando a Bede´s y Patronato se sumen 10, 100 o 1.000 escuelas de todo el país? Hacia allí vamos, y es un camino sin retorno. Solo es cuestión de tiempo.